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Dieta macrobiótica, estilo de vida equilibrado

Estructura de la dieta macrobiótica

La dieta macrobiótica fue desarrollada por un filósofo japonés llamado George Ohsawa. Creía en un enfoque holístico de la salud. Dicho enfoque incorpora muchos aspectos del estilo de vida. Desde la dieta y el ejercicio hasta la meditación e incluso la energía «yin y yang» de alimentos particulares.

La dieta macrobiótica se enfoca en elegir productos orgánicos, cultivados localmente y de temporada. En general, la dieta macrobiótica se divide aproximadamente de la siguiente manera:

  • 40-60% de su comida diaria = granos integrales como arroz integral, cebada, avena, trigo sarraceno.
  • 20-30% de su comida diaria = frutas y verduras.
  • 10% – 25% de la comida diaria = legumbres y productos de derivados como tofu, miso y tempeh, así como vegetales marinos como las algas.

Algunas personas también incluyen pequeñas cantidades de encurtidos y verduras fermentadas, nueces, semillas y ocasionalmente algo de carne o pescado.

Un estilo de vida

La dieta macrobiótica también tiene recomendaciones de estilo de vida, que incluyen:

Solo come cuando tiene hambre y solo bebe cuando tiene sed.

Masticar bien los alimentos hasta que se licúe antes de tragarlos.

Solo se utilizan materiales naturales como madera, vidrio y porcelana para cocinar y almacenar alimentos.

Evitar hornos de microondas y placas eléctricas.

Purificar el agua antes de cocinarla o beberla.

Evitar las bebidas con sabor, cafeína o alcohol.

Los seguidores pueden adoptar una dieta macrobiótica de maneras ligeramente diferentes. Algunos se adhieren muy estrictamente a las reglas de preparación de alimentos, cocinar y comer. Mientras que otros están más relajados y solo siguen estas reglas con moderación.

¿Cuáles son los beneficios de la dieta macrobiótica?

La macrobiótica es tanto una dieta como un sistema de estilo de vida. Simplemente se trata menos de controlar el peso y más de crear un estilo de vida. Eso sí, equilibrado con la comida como uno de los pilares de la filosofía.

Si tu meta es la pérdida de peso, al adoptar una forma macrobiótica de comer es probable que lo pierdas. Pero ten cuidado de no reemplazar los alimentos ricos en proteínas con demasiados carbohidratos. Los carbohidratos con almidón como los granos y el arroz son fáciles de comer en exceso.

La investigación sugiere que la dieta macrobiótica tiene un efecto positivo en la salud del corazón. Los niveles más bajos de lípidos en la sangre y colesterol, confieren más beneficios en el manejo de la presión arterial. Esto es, en parte, gracias a la naturaleza del régimen basada en plantas, baja en grasas y alta en fibra.

Los aspectos dietéticos del plan también son beneficiosos para las personas con diabetes tipo II. Asimismo, como para los no diabéticos que experimentan hipoglucemia reactiva. Es decir, niveles bajos de azúcar en la sangre alrededor de cuatro horas después de una comida.

Aspectos negativos

Para los jóvenes, ancianos y aquellos que están enfermos o que han sido diagnosticados con una enfermedad crónica, seguir una dieta estricta que restrinja ciertos grupos de alimentos puede limitar severamente la ingesta de nutrientes. Los estudios han demostrado que ciertos minerales y vitaminas pueden ser limitados. Cabe nombrar el calcio, el hierro, las vitaminas B12 y D, así como las proteínas.

Para aquellos que ya están débiles y con bajo peso, una dieta como esta puede no proporcionar la variación y las calorías necesarias. Especialmente los niños, un régimen estricto puede limitar el crecimiento y el desarrollo.

Dicho esto, hay elementos de la dieta macrobiótica que pueden ser útiles, siempre que se aplique de manera menos restrictiva. Comer más frutas y verduras y reducir la ingesta de sal, azúcar y grasas puede tener un efecto positivo. Sin embargo, también se pueden obtener estos beneficios siguiendo una dieta sana y equilibrada.

¿Puede la dieta macrobiótica ayudar a tratar enfermedades crónicas?

Hasta la fecha, los estudios científicos no han podido demostrar su efectividad. Esto significa que se necesita más investigación antes de que se justifiquen tales afirmaciones. Los riesgos asociados con las deficiencias nutricionales y la limitación social debido a la naturaleza estricta del plan son las principales causas de preocupación.

Efectos a largo plazo

Como se indicó anteriormente, las personas que siguen una dieta macrobiótica durante un período prolongado pueden disfrutar de una presión arterial más baja. Esto propicia un menor riesgo de enfermedad cardíaca. Los diabéticos también pueden encontrar útil la adopción a largo plazo para controlar los niveles de glucosa en sangre.

La dieta macrobiótica es rica en granos integrales, lo que también puede beneficiar a las mujeres posmenopáusicas. Los alimentos integrales proporcionan una gran cantidad de compuestos útiles. Por ejemplo los fitoestrógenos, que pueden ayudar a mantener la sensibilidad a la insulina y el control del peso después de la menopausia.

Por otro lado, para los niños y adultos jóvenes, las deficiencias de nutrientes asociadas pueden tener un impacto en la salud general y el crecimiento a largo plazo. Tales efectos negativos pueden depender de cuán estrictamente un individuo siga los principios dietéticos macrobióticos.

Ten en cuenta: si estás considerando intentar cualquier forma de dieta, consulta primero a tu nutricionista para asegurarte de que puedes hacerlo sin riesgo para la salud.

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