Dieta equilibrada para que el cuerpo funcione correctamente

Dieta equilibrada

Dieta equilibrada

Dieta equilibrada, dieta a medida

Primeramente destacar que una dieta equilibrada es una forma de asegurarse de que se comen los nutrientes necesarios en su totalidad para que el cuerpo funcione correctamente. Esta será única para cada persona ya que todos somos diferentes. En segundo lugar, cada caso requerirá diferentes cantidades y tipos de nutrientes en función de la edad, el sexo, el estilo de vida, la salud y la velocidad a la que trabaja el cuerpo.
Igualmente una dieta equilibrada no elimina los grupos de alimentos, consiste en una amplia variedad de alimentos para apoyar al cuerpo y mantenerlo energizado, motivado y saludable.
Finalmente lo más importante, encuentra un profesional de nutrición que pueda ayudarte a crear una dieta equilibrada.

¿Cómo puede ayudar un profesional de nutrición?

Si tienes el objetivo de mantener una dieta equilibrada habrá ciertos alimentos que tu cuerpo necesita, lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Por esto mismo, habla con un profesional, puede ayudarte a identificar los cambios necesarios para alcanzar el objetivo.
En consecuencia, un profesional de la nutrición puede brindarte el apoyo que necesitas, sacarte de tu zona de confort y mantenerte motivado, para centrarte en lo que significa una dieta equilibrada personalizada.

Dieta equilibrada: cuerpo que funciona

Conceptos básicos de alimentación ¿Te interesa una alimentación más saludable?

Igualmente, comprender conceptos básicos hará que el cambio parezca menos desalentador, por ejemplo:
– Trata de comer al menos cinco porciones de frutas y verduras cada día.
– Bebe 8 vasos de agua al día.
– Desayuna todos los días.
– ¡Actívate! Se recomienda a las personas adultas que realicen un mínimo de 30 minutos de ejercicio moderado al día.

Tamaños de porción

Los alimentos ricos en almidones, como el arroz, la pasta, los cereales y la patata, generalmente deben ser del tamaño de tu puño. Los productos para untar generalmente suelen tener un alto contenido de grasa y azúcar, por lo tanto, solo se necesita una pequeña cantidad. Las fuentes de proteínas, como la carne y el pescado, generalmente deben ser del tamaño de su palma.

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Un profesional de la nutrición te dará un consejo básico. Que las frutas y verduras generalmente constituyan la mayor parte de tus comidas.

5 al día

Alcanzar cinco porciones al día en tu dieta equilibrada puede ser fácil si las compartes entre comidas:

– Agrega plátano, dátiles o nueces al desayuno.
– Como merienda o almuerzo toma palitos de zanahoria y hummus, o rodajas de manzana.
– Prepara una sopa o crema de verduras casera para la comida.
– Para acompañar una cena de pollo o salmón, prepara una guarnición de relleno. Mezcla algunos pimientos, cebollas y granos de vaina cómo habas o guisantes.
– Si eres una persona de postre, toma un puñado de frutos rojos frescos

Hay dos tipos de grasas, saturadas e insaturadas

Comer grasa saturada en exceso aumenta el colesterol en la sangre provocando problemas de salud. Es por ello que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Se puede encontrar por ejemplo en pasteles, galletas, patatas fritas, queso duro y pastelería.
La grasa insaturada puede ayudar a reducir el colesterol y proporcionar ácidos grasos esenciales, se encuentra en: el aguacate, las nueces, el aceite de oliva, pescado azul, como la caballa, el atún y el salmón. Igualmente las grasas insaturadas también pueden ayudar al organismo a absorber vitaminas tales como la A, D, E y K.

Azúcares simples y complejos

Los azúcares refinados se agregan a los alimentos, por ejemplo en dulces, postres y bebidas gaseosas, no tienen valor nutricional y en exceso es dañino para el organismo.
Sin embargo el azúcar sin refinar con moderación puede ser beneficioso y proporciona una explosión de energía rápida y efectiva, como los azúcares naturales presentes en las frutas y la miel.
Los alimentos ricos en almidón juegan un papel vital en una dieta equilibrada, hablamos de los granos, judías, avena y pan que proporcionan energía de liberación lenta, además de ser buenas fuentes de fibra, calcio, hierro y vitamina B. Contienen más fibra y apoyan el sistema digestivo asimismo como su efecto saciante.

Proteína

La proteína es esencial para los tejidos estructurales del cuerpo y además ayuda a desarrollar y reparar los músculos. Podemos encontrarla en carne, pescado, legumbres, huevos, lácteos, tofu y seitán. La proteína en demasía puede ser perjudicial. Si te preocupa la ingesta de proteínas y quieres saber más, consulta a un profesional de nutrición.

Sal

Al igual que el azúcar, la sal se agrega a los alimentos para potenciar su sabor, de esta forma deberemos vigilar las comidas preparadas y los productos precocinados a menudo tienen sal en altas proporciones. Demasiada sal puede provocar presión arterial alta, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, asimismo como retención de líquidos, entre otras.

Mantener la hidratación

Se recomienda beber de 1,5 a 2 litros de agua al día, no obstante la ingesta de agua depende del individuo y el estilo de vida que lleve.
Conviene escuchar a nuestro cuerpo y controlar el color de la orina, si es oscura sugiere que sus riñones están conservando agua debido a la deshidratación. Sin embargo la orina de color amarillo pálido indica un cuerpo bien hidratado.