Nutrición en el paciente COVID

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Nutrición e hidratación en el paciente COVID

Nutrición en el paciente COVID es clave para hacer frente a la enfermedad. La nutrición y la hidratación juegan un papel muy importante en la respuesta de tu cuerpo y en la recuperación del virus COVID-19 y son una parte esencial del tratamiento médico. 

La siguiente información puede brindarte algunas pautas sobre las formas de satisfacer las necesidades nutricionales de una persona con el virus.

Para pacientes que se recuperan en casa

Nutrición e hidratación para pacientes con COVID-19

Sólo alrededor del 15 por ciento de los infectados con COVID-19 requerirán hospitalización. Aproximadamente el 85 por ciento restante son personas que controlarán su enfermedad y se recuperarán en casa.

Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, tos y dificultad para respirar; estos síntomas suelen ir acompañados de fatiga y pérdida de apetito.

La nutrición y la hidratación son fundamentales para la recuperación

Con una infección, el cuerpo debe trabajar intensamente para generar una respuesta inmune. La fiebre alta es la forma que tiene el sistema inmunológico de acelerar el metabolismo para combatir el virus. La fiebre también se asocia con una pérdida excesiva de líquidos y un aumento del metabolismo que puede conducir a la deshidratación y al aumento de los requisitos nutricionales.

Aunque no tengas sed ni hambre, es importante que continues comiendo y bebiendo líquidos para apoyar la capacidad de tu cuerpo para combatir el virus y apoyar la función inmunológica de tu cuerpo.

Las proteínas y las calorías son importantes para protegerse contra la pérdida de masa muscular mientras luchas contra el COVID-19, especialmente si estás postrado en cama o inactivo.

Necesidades nutricionales de una persona con COVID-19

Nutrición en el paciente COVID

  • Líquido: aproximadamente 3 litros de líquido por día
  • Calorías: 2000 – 2500 calorías por día
  • Proteínas: 75-100 gramos por día

Bebe líquidos cada hora

  • Como mínimo, debes beber líquidos cada 15 minutos. Los líquidos óptimos para beber son bebidas líquidas claras con calorías y proteínas (caldos o sopas), soluciones de rehidratación oral o bebidas deportivas.

Consume una dieta alta en calorías y proteínas

  • Intenta comer 6 veces al día, cada 2-3 horas. Come incluso si no tienes hambre.
  • Las calorías son importantes para proteger contra la degradación de los músculos para obtener energía. Debido al mayor estrés del COVID-19, necesitas más calorías que en tu dieta normal. 
  • Trata de comer de 75 a 100 gramos de proteína por día. Buenas fuentes de proteínas son: frutos secos, legumbres, huevos, yogur, queso, carne y pescado.
  • Debido a la disminución del apetito, ahora no es el momento de restringir las calorías. Consume alimentos ricos en nutrientes. Bebe jugo de frutas, leche u otras bebidas que contengan calorías.
  • Duplica el tamaño de las porciones de grasas y aceites saludables (aceite de oliva virgen extra, aguacates, frutos secos y semillas).
  • Come pequeñas cantidades y con frecuencia. 

La comida es medicina cuando estás enfermo

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Durante el confinamiento, alimentación, salud y otros consejos

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Durante el confinamiento, alimentación, salud y otros consejos para cuidarse

Cuida los horarios

Durante el confinamiento derivado de la alerta por la pandemia del Coronavirus CO-VID 19, intenta seguir un horario lo más similar al que realizas cada día cuando estás en plena actividad. Acuéstate y levántate a la hora habitual durmiendo de esta manera las mismas horas que de normal.

Durante el confinamiento, cinco hábitos positivos…

  1. Trata de hacer algo de ejercicio moderado un par de veces al día. Treinta minutos por la mañana y treinta minutos por la tarde son suficiente. Aunque estés dentro de casa y esta no sea muy grande utiliza tu imaginación. Puedes hacer estiramientos, tablas de gimnasia, caminar en círculos o bien pasillo arriba, pasillo abajo. Si tienes balcón o terraza aprovéchalos. Otra opción saludable y muy divertida es poner algo de música y bailar un rato.
  2. Para que puedas absorber la vitamina D procedente de los alimentos asómate a que te de la luz del día, aunque esté nublado. Treinta minutos diarios haran su función. Aprovecha ventanas, terrazas, balcones etc. De esta manera evitas también que decaiga el ánimo, de obligado cumplimiento para personas con tendencia a la depresión.
  3. Haz ejercicios para descansar la mente, yoga, meditación, concentración y relajación etc. Si nunca has meditado esta es la ocasión, busca tutoriales en Internet y empieza desde hoy mismo.
  4. Asegúrate de comer cinco raciones al día, tanto de fruta como de verdura. Estos alimentos son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo, por su riqueza en vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos.
  5. Bebe dos litros de agua repartidos a lo largo de la jornada. Es importante acostumbrarnos a beber 8 vasos de agua, repartidos a lo largo del día y separados de las comidas, como un hábito rutinario.

… y cinco que debes modificar

  1. Evita el té y el café. Toma infusiones variadas, son naturales y saludables.
  2. No tomes alcohol y reduce los refrescos azucarados. Las infusiones también son una alternativa a los refrescos.
  3. Reduce el consumo de sal para evitar retenciones de líquidos provocados por la poca movilidad. Utiliza eneldo, pimienta, romero, nuez moscada…, las especias constituyen una alternativa saludable a la sal. Además de dar mucho juego a la hora de aportar o potenciar los sabores y los aromas a tus recetas.
  4. No recurras a comida rápida pre-cocinada ni alimentos procesados, come sano. Tienes tiempo para cocinar (si no sabes, ahora es el momento).
  5. Evita los dulces aunque cueste, no tienes hambre, sólo estás aburrid@. La meditación o el yoga te ayudarán.
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Lactancia materna frente al coronavirus COVID19

lactancia materna frente al coronavirus

Usemos la lactancia materna frente al coronavirus COVID19

Según los datos de la iHAN (iniciativa para la humanización de la asistencia al nacimiento y la lactancia) he recabado información muy relevante en relación a los beneficios de la lactancia materna frente al coronavirus COVID19. La iHAN és una iniciativa de la OMS y UNICEF.

Los coronavirus se distinguen por afectar al sistema respiratorio

Los coronavirus se distinguen de otros virus por su afectación frente al sistema respiratorio (tos, estornudos, dificultad para respirar y fiebre). Sus síntomas son leves pero pueden agravarse considerablemente en personas de riesgo (enfermos crónicos, ancianos, personas con problemas respiratorios o un sistema inmune deprimido).

Una variante muy contagiosa

El COVID 19 en particular es una variante muy contagiosa y no hay inmunidad frente a ella. No obstante los lactantes amamantados no se sitúan como grupo de riesgo.

COVID19, embarazo y lactancia

Los coronavirus no se trasmiten a través de la leche materna, pero sí se transmiten los anticuerpos que la madre elabora frente a ellos en el caso de que la madre esté infectada. Tampoco se transmite el virus durante el embarazo o el parto. Hasta los 3 años de vida tanto la inmunidad frente a infecciones respiratorias como intestinales están garantizadas gracias a la lactancia materna.

Los niños y lactantes no se consideran un grupo de riesgo y los síntomas que presentan son tos, fiebre y mucosidad, pocas veces causan vómito o diarrea.

COVID19 y parto

En el caso de que una madre esté infectada por coronavirus, se recomienda igualmente el contacto piel con piel con el bebé y el agarre espontáneo

En el caso de que una madre esté infectada por coronavirus, se recomienda igualmente el contacto piel con piel con el bebé y el agarre espontáneo ya que estas prácticas no trasmiten el virus. Únicamente este tipo de virus se trasmiten a través de las vías respiratorias. Es por ello que la madre debería llevar mascarilla y guantes para no contagiar ni al bebé ni al personal sanitario.

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En el caso de que una madre esté infectada por coronavirus, debería llevar mascarilla y guantes para no contagiar ni al bebé ni al personal sanitario.

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Lactancia materna e inmunidad del bebé

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La lactancia materna e inmunidad

Es bien sabido que los bebés que toman lactancia materna tienen menos probabilidades de contraer infecciones que los alimentados con fórmula. La leche materna contiene muchos factores que ayudan a apoyar el sistema inmune de un bebé. Por tanto podemos afirmar que lactancia materna e inmunidad van de la mano.

Una madre transmite muchas proteínas, grasas, azúcares y células que trabajan contra las infecciones cuando amamanta a su bebé. Cabe destacar los anticuerpos, glóbulos blancos, lactoferrina, lisozima, oligosacáridos, probióticos y prebióticos entre otros.

Cuando una madre entra en contacto con gérmenes en su entorno, produce anticuerpos para combatir esos gérmenes. Estos anticuerpos pasan a la leche materna y, por lo tanto, al lactante. Dado que una madre y su bebé generalmente están en contacto con los mismos gérmenes, esto ayuda a proteger a su bebé de las enfermedades a las que ambos están expuestos. 

El principal tipo de anticuerpo en la leche materna es IgA. Los anticuerpos IgA protegen las superficies internas del cuerpo, como la boca, el estómago, los intestinos y los pulmones. Estos anticuerpos no son digeridos por el bebé. En cambio, cubren el intestino y bloquean la entrada de infecciones que de otra manera podrían causar enfermedades.

Además, hay una serie de otros factores en la leche materna que le otorgan a un amamantado un sistema inmunológico más eficiente. Por ejemplo, los lactantes amamantados desarrollan una glándula timo más grande que los bebés alimentados con fórmula. La glándula del timo produce un tipo de glóbulo blanco que ayuda a proteger contra las infecciones.

Vacunación del lactante

Aunque la lactancia materna a menudo reduce la gravedad de la enfermedad en un bebé, es importante comprender que la lactancia materna no proporciona un sustituto para la inmunización.

Además, la lactancia materna puede mejorar la respuesta del lactante a algunas vacunas. Los bebés amamantados producen niveles más altos de anticuerpos en respuesta a algunas vacunas que los bebés alimentados con fórmula.

lactancia materna e inmunidad
La lactancia materna no le proporciona al bebé inmunidad total contra las enfermedades prevenibles por vacunación.

Se sabe que la lactancia materna es una forma efectiva de distraer a los bebés del dolor. Las madres a menudo amamantan a su bebé mientras su bebé recibe una vacuna en un esfuerzo por reducir la percepción de dolor del bebé

En resúmen

El calostro es el refuerzo inmunológico natural más potente conocido por la ciencia.

La protección contra las infecciones ha sido bien evidenciada durante la lactancia contra, por ejemplo, diarrea aguda y prolongada, infecciones del tracto respiratorio, incluyendo otitis media, infección del tracto urinario, entre otros. 

El contenido de inmunidad de la leche cambia con el tiempo. En las primeras etapas de la lactancia, ésta proporciona un apoyo adicional para el sistema inmune inmaduro del recién nacido. 

Después de este período, la leche materna continúa adaptándose extraordinariamente a las necesidades del lactante con respecto a la protección inmunológica y la nutrición. 

Por lo tanto, la necesidad de fomentar la lactancia materna es justificable, al menos durante los primeros 6 meses de vida como mínimo.

Por todo esto, la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) ha sido lanzada por la OMS y UNICEF para promover la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.

Aquí os dejo un artículo de gran actualidad sobre la lactancia y el Coronavirus.

Coronavirus, prepara tu sistema inmune para combatirlo

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Coronavirus, ¿qué es?

Los coronavirus son una especie de virus que afectan a las vías respiratorias tanto de aves como de mamíferos. Los médicos asocian al coronavirus con el resfriado común, la bronquitis, la neumonía y también pueden afectar al intestino.

En los últimos 70 años los científicos han descubierto que los coronavirus pueden infectar a ratones, caballos, perros, gatos y ganado. Por lo tanto y de este modo pueden transmitirlo a humanos.

Los anticuerpos que los humanos fabricamos contra el coronavirus no duran mucho tiempo. Asimismo pueden ser ineficaces frente a las mutaciones del propio coronavirus. Es debido a esto que debemos de tener un sistema inmune bien preparado para poder defendernos.

coronavirus
El  sistema inmune es esencial para nuestra supervivencia ya que sin él nuestro cuerpo estaría expuesto a bacterias, virus, parásitos patógenos y más.

Prepara tu sistema inmune frente al coronavirus

Tu inmunidad depende en cierta medida de lo que comes ya que en el intestino esta la central de todo el sistema inmune del cuerpo.

“Pro” y “pre” vida

Toma probióticos y prebióticos, ya que la mayor defensa de nuestro organismo se centra en la flora intestinal. Cuando esta flora esta desequilibrada (disbiosis) puede ocurrir una serie de alteraciones en el cuerpo (véase artículo de la permeabilidad intestinal).

Por consiguiente, frente a un mal estado de nuestra flora intestinal somos más sensibles al coronavirus. Encontramos probióticos en alimentos fermentados como lo son  el kéfir, el chucrut, el kombucha, el miso, el temphe, el yogur natural.

También recae una especial importancia sobre la microbiota en el artículo que hablo sobre la permeabilidad intestinal que puedes leer aquí.

Jalea real

La jalea real es una sustancia gelatinosa producida por las abejas melíferas para alimentar a las abejas reinas y sus crías.

La jalea real puede mejorar la respuesta inmune natural de nuestro cuerpo a bacterias y virus extraños. Se sabe que la jalea real promueve la actividad antibacteriana por lo que puede reducir la incidencia de infección y respaldar la función inmune.

Con frecuencia se vende como un suplemento dietético para tratar una variedad de dolencias físicas asimismo como enfermedades crónicas.

Zinc

El zinc es el mineral que ayuda a fortalecer el sistema inmune por excelencia asimismo ayuda a combatir las bacterias y los virus que invaden al organismo.

Puedes ver los alimentos que lo contienen aquí

Ajo

El ajo ha sido reconocido no solo como una especia sino también como una sustancia que ejerce un control sobre los microorganismos. Estudios recientes indican que el extracto de ajo tiene una actividad antimicrobiana de amplio espectro contra muchos géneros de bacterias, virus y también hongos. El ajo ocupa una posición prometedora como agente terapéutico de amplio espectro.

Vitamina C

Al igual que el zinc, la vitamina C es un potente estimulante de nuestras defensas. Tiene un alto poder antioxidante y lo podemos encontrar en multitud de alimentos.

Equinácea

La equinácea es un grupo de plantas con flores que se usa como un remedio herbal popular. Están vinculados a muchos beneficios para la salud, como la reducción de la inflamación, la mejora de la inmunidad y los niveles más bajos de azúcar en la sangre.

La equinácea está cargada de antioxidantes, como los flavonoides, que pueden ayudar a defender su cuerpo contra el estrés oxidativo.

La podemos encontrar en tiendas especializadas como extractos, comprimidos o planta para infusionar.

Para saber más, web de la OMS